lunes, 11 de enero de 2010

Hay sitio para todos


Había oído hablar sobre la película en varias ocasiones. Había visto algún resumen en televisión. Había escuchado algún comentario por parte de allegados. Había leído algunas críticas en prensa escrita e Internet. Finalmente, después de tanto "había", decidí ir al cine. Sabía que era una especie de "ahora o nunca". Puesto que había muy pocas probabilidades de que viera un filme de estas características en el DVD de mi casa. Primero por la temática -la ciencia ficción nunca fue santo de mi devoción-, segundo porque se "aconseja" ver la película en 3D. En definitiva, con una mezcla de expectación, incertidumbre y escepticismo me dirigí a la sala de cine a disfrutar de Avatar.

Me alegro de haberlo hecho. Es más, recomiendo la experiencia. Vayamos por partes. El guión no ofrece nada nuevo bajo el sol. James Cameron -Titanic, Terminator, Aliens- decidió dejar de lado el lápiz y tirar de efectos especiales -de esos que tanto gustan en Hollywood-, dando lugar a una cinta previsible, a la par que sencilla y con un mensaje notable, digno de ser repasado. Piano. Me creo a Sam Worthington -protagonista principal-. No es el papel de su vida pero lo defiende con acierto. Confiaba -y acerté- en la presencia de Sigourney Weaver. Y he de decir que me inquieto el malo malísimo , con escuadra y cartabón, del bueno, perdón, malo, de Stephen Lang. Los efectos en 3D son dignos de mención. Envolventes, inquietantes y mantienen el climax durante toda la película. En cuanto a esto, la duración, aquí viene la anécdota. Entré al cine a las 20.20 horas. Lo abandoné a las 23.oo horas. Sí, casi 3 horas sentada en la butaca sin descanso de por medio. Casi 3 horas que me parecieron la mitad. En resumen, Avatar me entretuvo. Y al fin y al cabo, solo buscaba eso -que no es poco-.

Como reflexión final apuntaré que en la gran pantalla sigue habiendo sitio para todos. Volviendo al había; había escuchado que este es el cine que nos espera. Es más algunos críticos señalaban que de ser así esto, ellos se apeaban del tren. No estoy de acuerdo. El cine en 3D, a día de hoy, solo encaja con películas de esta índole. Plagadas de efectos especiales con grandes dosis de ciencia ficción. Al otro lado seguiremos contando con otras ofertas. Pequeñas producciones, cine de autor, diversas temáticas... En la variedad está el gusto. Y por suerte, hay sitio para todos.

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