Un, dos, tres... ¡Mierda! ¡He vuelto a fallar! ...
Cuánto añoraría volver a ser una niña. Al menos hoy. Al menos por un instante. Siento que me hago pequeña. O quizás el mundo se me ha hecho grande.
Estoy cansada de vivir en este lugar de adultos que no detectan más allá de lo que ven sus ojos. No saben mirar.
Estoy aburrida de pertenecer a esta tierra de experimentados que no oyen más allá de lo que entra en sus oídos. No saben escuchar.
Estoy saturada de pisar este suelo de maduros que no perciben más allá de lo que roza su piel. No saben sentir.
Estoy molesta por habitar en esta vida de mayores que no olisquean más allá de lo que se adentra en su nariz. No saben respirar.
Estoy fastidiada por residir en este planeta de grandes que no captan más allá de lo que cae en su lengua. No saben saborear.
Mi inocencia se ha interrumpido. Mi ignorancia se ha desmembrado. No hay marcha atrás.
Mi paciencia se ha consumido. Mi calma se ha resquebrajado. No hay vuelta de hoja.
Pero mi asombro infantil sigue intacto y su mentiras, recelos y males mayores no calarán en mi pequeño ser.
Un, dos, tres. ¡Lo conseguí! No soy como tú. No soy grande.
aiba, por fin un texto tuyo que comprendo, asi que ¿todo esto quiere decir que se despertó tu instinto maternal y piensas ya en ser mama?
ResponderEliminarBueno, por lo que veo una vez más no volviste a entenderme.... jeje. Definitivamente, la compatibilidad no es lo nuesatro querido Olagoitia...jajaja
ResponderEliminarsolamente te vacilaba, confundiendote
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