"Un cronopio es un dibujo sin márgenes, un poema sin rimas", así los describe su inventor, Julio Cortázar. Nacieron en 1952 y según Cortázar son "seres verdes y húmedos". No tienen nada que ver con el concepto del tiempo, por aquello del prefijo -crono-, ya que "nacieron en el acto".
domingo, 28 de agosto de 2011
Aquellos hombres locos de Madison Avenue...
Necesito un Mad Men a mi lado. A la espera de la nueva temporada de la serie protagonizada por Jon Hamm, ayer refresqué mi memoria visionando el último capítulo de la cuarta temporada. Y de paso reviví mi dormida pasión sobre esos hombres locos de Madison Avenue.
"El amor fue inventado por tipos como yo para vender medias" D. Draper.
Si comienzo este post afirmando que necesito un Mad Men cerca -entiéndase a Don Draper- es porque es mejor asumirlo ya. Las mujeres somos más inteligentes que los hombres -no lo digo yo, sino el British Journal of Psychology-, pero en realidad tenemos la innata y eterna manía de ser inútiles frente a ellos. ¿Cómo? Escogiendo a los que más caña nos dan. Es decir, un Don Draper del siglo XXI cualquiera que nos quiera hoy sí, mañana no y nos cree dependencia hacia su persona al amparo de nuestros vaivenes emocionales.
Ya lo dice el propio Draper: "Lo que llaman amor fue inventado por tipos como yo para vender medias". Siendo uno consciente de la realidad, no hay engaño. El amor es una farsa o invento publicitario, como lo es la Navidad a El Corte Inglés. Asumámoslo. Y de paso ya sabemos que los chicos malos como Draper no aman, hacen de la palabra amor su mejor aliado publicitario.
"La felicidad es el consuelo de que lo que estés haciendo, está bien" R. Sterling.
Abierta la veda de los publicistas de Madison Avenue, seguiré con otras cuantas "verdades". Una nueva palabra mayor, de esas que llenan la boca de su portador: FELICIDAD.
Qué bien suena. Como amor. Pero... ¿qué es?
Según Roger Sterling -socio y compañero de batallas de Draper-: "la publicidad está basada en una cosa, la felicidad. ¿Y sabes qué es la felicidad? La felicidad es el olor de un coche nuevo. Estar libre de miedos. Una valla al lado de la carretera que chilla el consuelo que lo que sea que estés haciendo está bien". En resumen. La felicidad es la autocomplacencia. El conformismo en definitiva. La aceptación de nuestros actos. No es un estado onírico supremo. No es un sueño inalcanzable. No es lograr el karma. Es resoplar, resignarse y aceptar que lo hecho, hecho está y... más vale pensar que bien.
"La gente no compra cigarros por marketing, sino porque son adictos" D.Draper.
Otra perla de Draper. Y quién dice tabaco lo puede trasladar a cualquier adicción material con sustancias adictivas palpables o al plano de lo emocional y de personas adictivas palpables.
Concretamente Draper dice: "La gente compraba cigarros antes de que Freud naciera (...) La gente no compra tabaco por marketing, sino porque son adictos. El secreto está en los productos. Frabricar muchos que la gente tenga que comprar".
En resumen, las necesidades no nos las crea la publicidad, sino las adicciones que elegimos. Una vez somos esclavos de nuestros vicios -materiales o emocionales-, como lo somos de nuestras filias y fobias... Estamos vendidos y desamparados a la deriva de la publicidad y los objetos de nuestras pasiones.
"Un día estás en la cima y de pronto una loca te atropella con un cortacésped" Joan Holloway.
La curvilínea y sensual Christina Hendricks que encarna a la jefa de secretarias Joan Holloway suelta, con gran acierto, esta frase: "Así es la vida, un día estás en al cima del mundo y de repente, una loca te atropella con un cortacésped". Frase que bien se le podría aplicar a ella misma. Hendricks gracias a Mad Men ha alcanzado la fama y el reconocimiento a su trabajo como actriz. Con el plus de un físico exuberante a la par que característico. Grandes curvas que alejan el sex appeal de la típica foto de una chica delgada. Sin embargo, ese imponente cuerpo que Dios le ha dado -como ella misma reconoce-, también ha sido el origen de no pocos disgustos para Hendricks. Está en la cima, su nombre aparece en todas las listas de mujeres más sexys del planeta, le llueven las ofertas para cine y TV, pero le atropellan con un cortacésped cada vez que tiene un evento. No encontró diseñador para la última gala de los Premios Emmy -homónimos de los TP Españoles- y ahora no encuentra bañador a su medida. Ser consecuente con la imagen de mujer voluptuosa y orgullosa de sí misma no está resultando fácil para la pelirroja de moda. Suerte que por ahora las joyas no le dan problemas y ejerce de imagen de marca para la línea de joyería de Vivienne Westwood.
El cortacésped no ha pasado del todo...
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