No aprenderé a muchas cosas. Por este motivo ya he concluido que tal vez no quiera aprender.
No aprenderé a vivir más despacio o menos deprisa, porque cuando paro, todo mi mundo se me viene encima.
No aprenderé a no coger cariño a la gente que me rodea, porque cuando parten, también lo hacen con mi alma en dos.
No aprenderé a controlar el tiempo y los días, porque cuando me doy cuenta, ha pasado un año que en mi calendario solo fue un mes.
No aprenderé a quitarme la coraza, porque si lo hago, me quedo desnuda ante el mundo y tengo miedo a coger un resfriado en el corazón.
No aprenderé a cumplir todo lo que digo y prometo, porque si lo hago dejaré de ser ese pequeño desastre manifiesto que soy yo.
No aprenderé a decir cada mañana te quiero a los que me han dado la vida aunque quiera, porque si lo digo, esas palabras perderán sentido.
No aprenderé, no aprenderé, no aprenderé...y ya me doy por pérdida...pero me encuentro en este mar de incertidumbre que soy yo.
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