En ocasiones tengo la sensación de que estoy de
vuelta. De vuelta de todo - de mi todo. Seguramente en esas ocasiones este cansada, cansada de vivir -de vivir mi vida-. Posiblemente en esas ocasiones tenga ganas de huir de aquí -de mi aquí y ahora-. Sin embargo, en esas ocasiones, me pregunto si no sería posible tener siete vidas -siete vidas como los gatos-.
No hablo de volver atrás y desandar lo andado. No me refiero a cambiar lo experimentado. No pretendo mejorar lo hecho. No quiero tratar el arrepentimiento, porque para mí es sinónimo de cobardía. Es injusto. Es renegar de uno mismo y eso no debe hacerse nunca.
Imaginemos que tenemos la posibilidad de reinventarnos cada "x" tiempo. Un total de siete veces. De trasladarnos a otros aquí y ahora, de cambiar ese todo y continuar la vida con lo aprendido, pero desde otro ángulo. Desde otra perspectiva. Otra nueva vida. Manteniendo parte de lo anterior. Desprendiéndonos de aquello que impide romper con el pasado. Vivir por vivir. Simplemente. No vivir por cumplir. Siete veces, siete vidas, como los gatos...
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